¿A quién no le apasionan los risottos? Esta deliciosa forma de comer arroz deleita a propios y extraños. Por ello en La Bernarda, nuestro gastrobar donde comer en Sevilla queremos hablarte sobre este manjar originario de Italia que se ha convertido en un pilar imprescindible de nuestra gastronomía.
Su origen es bastante remoto, pues tendríamos que remontarnos al año 1574, cuando un joven italiano amante de la gastronomía quiso sorprender a su amada en la boda, hija de Valerio de Flandes, con la elaboración de una exquisita receta que la cautivó junto a todos los invitados al enlace. Desde ahí, esta maravillosa preparación se extendió por toda Italia y el resto del mundo.
Para conseguir la perfección en este plato, es imprescindible cuidar una serie de detalles que marcarán la diferencia. ¿Cuáles son los secretos de un risotto?
1. La paciencia
La cocina tiene sus tiempos, y nunca debemos excedernos ni quedamos cortos. En muchos casos se trata de encontrar una conexión directa con el plato sin necesidad de preocuparnos por el tiempo. En el risotto son fundamentales los minutos que pasamos removiendo el arroz hasta encontrar esa textura cremosa que tanto lo caracteriza.
De esta manera, conseguiremos que el arroz libere todo el almidón, mientras vamos surtiéndolo del caldo elaborado previamente. Por tanto, pese a la sencillez del movimiento, se trata de una técnica importante para el resultado final del plato que requiere, sobre todo, paciencia y tranquilidad.
2. El sofrito y sus ingredientes
Si buscamos un lugar donde comer en Sevilla risotto, tendremos que pensar en los ingredientes que utilizan. Por ejemplo, uno de los más habituales es el elaborado con setas, para lo cual recomendamos emplear las más adaptadas a la temporada del año en el que nos encontremos.
Una vez elegidas, el primer paso de un risotto será la preparación de un sofrito con alimentos como la cebolla y el ajo junto a los cuales cocinaremos las setas. Es el proceso inicial de enriquecimiento del plato, pero no por ello, deja de tener importancia.
3. El arroz
Por supuesto, el elemento principal del plato cuenta con un valor muy trascendente de cara a su sabor final. Al ser un plato de inspiración puramente italiana, buscaremos un proceso similar al de la pasta, consiguiendo un tacto tierno en el exterior, pero consistente en el interior.
Para ello, podemos utilizar muchas variedades de arroces, preferentemente aquellas que contienen más almidón. En cambio, debemos descartar todas las variedades de grano largo.
4. El caldo
Dependiendo del tipo de risotto que vayamos a preparar, podemos utilizar caldo de pollo, verduras o incluso de mariscos, pero, al igual que en todos los platos, debemos emplear ingredientes de calidad, pues enriqueceremos así la receta.
A la hora de verter el caldo en el arroz, uno de los procesos fundamentales, como ya hemos explicado, resulta de vital importancia que este se encuentre caliente, ya que si lo añadimos frío correrá peligro la calidad de nuestro risotto.
Esperamos que estos consejos hayan satisfecho tu curiosidad, pero si tienes ganas de más, en La Bernarda, nuestro gastrobar donde comer en Sevilla, elaboramos un exquisito risotto de setas con parmesano que a buen seguro calmará el ansia de tu paladar.